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martes, 5 de agosto de 2025

"AÑO 1844: CRÓNICAS Y NOTICIAS DE LA GUERRA DEL MAESTRAZGO. LA GUERRA DEL GROC".

GENTES, COSTUMBRES, FOLKLORE, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS, Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN: 

EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....

Por: JUAN E. PRADES BEL, autor de los proyectos: "RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR"; "HISTORIAS DEL MAR"; “ESPIGOLANT CULTURA: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades"; y otras historias. 

(Proyecto): "DATOS PARA LA HISTORIA DE LA GUERRA POR LA REVUELTA DEL MAESTRAZGO, AÑOS 1842-1844".

"AÑO 1844: CRÓNICAS Y NOTICIAS DE LA CAMPAÑA DE GUERRA EN EL FRENTE DEL MAESTRAZGO, POR EL ALZAMIENTO EN ARMAS DE LAS FACCIONES MILITARES CARLISTAS".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN: Dos años después de dada por finalizada la Primera Guerra Carlista, en los territorios del Maestrazgo de las provincias de Castellón y Teruel, estalló una nueva revuelta carlista, iniciada por antiguos combatientes de la guerra anterior, que no se habían adaptado a la vida civil o al exilio. 

- Este artículo de la serie "Espigolant Cultura", aporta noticias sobre la parte final de la revuelta de los carlista que promovió la denominada Guerra del Maestrazgo que duró entre los años 1842, 1843 y 1844. 

JEFES GUERRILLEROS: 

EL GROC DEL FORCALL: El personaje conocido como el Groc del Forcall, fue un destacado guerrillero carlista de la Primera Guerra Carlista. El Groc cuyo nombre completo era Tomás Esteban Joaquín Penarrocha Penarrocha, nació en el Forcall, el 26 de diciembre de 1805, y falleció en Las Parras de Castellote, el 18 de junio de 1844.

EL SERRADOR: José Miralles (alias) el Serrador, de Benasal.

LA COVA:

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic): 

(Documento 1º, fechado en el año 1844): 

La Verdad (Barcelona) periódico político, religioso, literario e industrial. Sábado 15/6/1844. CRÓNICA INTERIOR. Valencia 11 de junio (de 1844). Las facciones del Maestrazgo se hallan ya dando las últimas boqueadas.

- Recientemente se nos ha asegurado haberse acogido al indulto más de cien facciosos, de suerte que escriben de aquel país disfrutase de la más envidiable tranquilidad en los terrenos más infestados de aquella plaga.

- Añádase que el Groc con uno o dos compañeros se halla refugiado en una cueva inaccesible con víveres para algún tiempo, y que, en la imposibilidad de forzar aquella guarida, se trata de darle un barreno y hacerla volar.

(Documento 2º, fechado en el año 1844): 

La Verdad (Barcelona) periódico político, religioso, literario e industrial. Sábado 15/6/1844. CRÓNICA INTERIOR. CAPITANIA GENERAL DE LOS REINOS DE VALENCIA Y MURCIA.— ESTADO MAYOR. En 1º del actual (junio de 1844) fueron capturados y pasados por las armas los bandidos Pedro Artola y Fernando Artola, hermanos, en Cinc-Torres; Vicente Plá y Guimerá en Vallibona, y en Catí el astuto y atrevido Antonio Vilaplana, natural de la Salsadella.

- En Cinc-Torres fue igualmente pasado por las armas el día 3 (de junio de 1844) el espía del Groc, Manuel Marín, recaudador además de las multas o contribuciones que aquel cabecilla imponía a los pueblos.

- El día 5 (de junio de 1844), dice el Excmo. Sr. comandante general del Maestrazgo, que de resultas del bando de indulto de 1.º del actual (junio de 1844), se le habían presentado los dispersos, en términos, que en aquella fecha, únicamente quedaba el Groc con dos, o lo más tres asesinos.

- Valencia 11 de junio de 1844.- El coronel jefe interino de estado mayor, Fernando Correa.

DDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

- Meseguer Folch, Vicente (1988): “El carlismo en el Maestrazgo. La pacificación de la comarca en 1844” en Centro de Estudios del Maestrazgo n.º 24 (1988), pp. 25 y 26.

- Vicente Meseguer Folch (2000): "Carlismo y carlistas de Alcalà de Xivert". Serie Historia del Maestrazgo. N.º 1. Edit. Centro de Estudios del Maestrat y Ayuntamiento de Alcalà de Xivert. Premio de investigación Histórica Vicente Giner. Alcalà de Xivert, 2000.

- Caridad Salvador, Antonio (2015): “El carlismo tras la Guerra de los Siete Años: la revuelta de 1842-1844 en el Maestrazgo”. Investigaciones Históricas: Época Moderna y Contemporánea, 2015, Núm. 35.

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: 

Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.

domingo, 3 de agosto de 2025

"CRÓNICAS SOBRE LA PERSECUCIÓN DE LAS PARTIDAS DE FACCIOSOS DEL ALZAMIENTO CARLISTA DE 1869, REFUGIADOS EN LOS MONTES Y LOS PUEBLOS DEL MAESTRAZGO, CASTELLÓN, TERUEL, CATALUÑA".

GENTES, COSTUMBRES, FOLKLORE, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS, Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN: 

EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....

Por: JUAN E. PRADES BEL, autor de los proyectos: "RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR"; "HISTORIAS DEL MAR"; “ESPIGOLANT CULTURA: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades"; y otras historias. 

"CRÓNICAS SOBRE LA PERSECUCIÓN DE LAS PARTIDAS DE FACCIOSOS DEL ALZAMIENTO CARLISTA DE 1869, REFUGIADOS EN LOS MONTES Y LOS PUEBLOS DEL MAESTRAZGO, CASTELLÓN, TERUEL, CATALUÑA". 

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN: El alzamiento carlista de 1869 fue un levantamiento armado que se originó en el verano del año 1869 como consecuencia de la aprobación de una nueva Constitución Liberal que autorizaba la libertad de cultos, lo que iba en contra del Concordato de 1851. También viene a la memoria, que el año anterior tuvo lugar la Revolución de 1868 (la «Gloriosa»), que acabó con el reinado de Isabel II por la crisis financiera desde 1866.

LOS VOLUNTARIOS DE LA LIBERTAD: Los Voluntarios de la Libertad fueron una milicia voluntaria creada por las Juntas provisionales en el Sexenio Democrático. Estos voluntarios eran civiles que pretendían salvaguardar el liberalismo contra las demás fuerzas políticas (principalmente el carlismo). Defendían la Constitución española de 1869 y la monarquía de Amadeo de Saboya y colaboraron con el Ejército nacional en la tercera guerra carlista. Fueron la antítesis de los Voluntarios de Carlos VII.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic): 

(Documento 1º, fechado en el año 1869): La Independencia española (Madrid. 1869). 12/9/1869: "PARTE MILITAR. En merecido elogio dé los valientes que han perseguido y extinguido a los facciosos del Maestrazgo, publicamos el parte detallado de las operaciones que han tenido lugar en aquella comarca, donde tantos hechos gloriosos registran la historia de nuestra guerra civil.

- Creemos que nuestros lectores lo verán con gusto. Helo aquí:

- COMANDANCIA GENERAL DEL MAESTRAZGO. Excelentísimo señor: Al remitir a V. E., según se sirve prevenirme, la relación de los señores jefes, oficiales y tropa que más se han distinguido en la persecución y acciones de guerra que han tenido lugar, para la completa extinción de las partidas carlistas, levantadas el día 11 del pasado mes (de agosto de 1869) y su noche inmediata en la Plana de Castellón, Segorbe, Beceite, Peñarroya y el Forcall, y luego en el Mas de Barberans, de las cuales ya no existe ninguna, creo de mi deber dar a V. E. parte circunstanciado de las operaciones y hechos de armas que han tenido lugar, y que justifiquen las relaciones que tengo el honor de elevar a las superiores manos de V. E.

- Verificada la rebelión en el territorio citado, se puso en San Mateo a la cabeza de ella D. Ignacio Vilanova, en cuyo pueblo en los primeros momentos tomaron parte gran número de sus habitantes, teniendo que encerrarse en la torre de la iglesia algunos particulares con el alférez del primer batallón de Zamora, D. Tomas Rufes, que con un cabo y seis soldados se hallaba allí de paso: verificándolo en su cuartel el cabo de la Guardia civil Joaquín Blasco, con otro de su clase y 8 guardias; defendiéndose los dos puestos del ataque que los sublevados dirigían a la vez a la torre y cuartel, por espacio de algunas horas, que fueron socorridos desde Vinaroz por el capitán de la Guardia civil D. José Díaz Sanchiz, que, con treinta, y seis guardias atacó a los sediciosos, dispersándolos y evitando la concentración de las facciones en aquel punto.

- En el mismo día, el señor gobernador civil de la provincia tomó enérgicas medidas y mandó fuerzas desde Castellón sobre otros puntos sublevados, resultando de esta pronta iniciativa, que no pudieran salir muchos comprometidos, y que de los levantados se volvieran otros a sus casas, dirigiéndose las facciones a este Maestrazgo.

- Avisado yo en aquella noche que se dirigían a la sierra de Chert, mandé expresos a caballo para que el capitán de la Guardia civil y demás tropas que hubiera en la parte baja, hicieran la persecución sobre Chert, advirtiéndoles que yo me dirigía a aquella sierra (de Chert) para cogerlos de frente.

- Al día siguiente, dejando en seguridad esta plaza, al mando de su sargento mayor, el comandante D. Ramón Ortega, con el comandante graduado capitán secretario, D. Desiderio Gil y Velilla, el tercer ayudante de la plaza, D. Julián Salazar Hernández, y los capitanes de infantería D. Francisco Guerrero y D. Ángel Lázaro con sus compañías, máxima fuerza de que podía disponer; habiéndome ofrecido el alcalde, teniente don Joaquín García, los párrocos, juez de primera instancia, promotor fiscal y el jefe de los Voluntarios de la Libertad, D. Francisco Palos, contribuir con todas sus fuerzas a sostener la paz y obediencia al gobierno de S. A, el Regente del Reino, salí con dos compañías del segundo batallón del regimiento de Granada, mandadas por su teniente coronel, D. Vicente Serrano, y veinte caballos por el capitán D. Francisco Cuadrado, del regimiento de Sagunto; y habiendo llegado al santuario de Vallibana supe que las facciones se habían dividido, y que a Chert iban solo de 30 a 40 hombres, y 150 a Catí al mando del cabecilla principal Vallés, yendo los de Segorbe en sentido muy divergente; con este motivo resolví marchar sobre Valles, dejando los de Chert al teniente coronel Harrando con dos compañías de su primer batallón de Granada, y una sección de Guardia civil mandada por el alférez D. Eugenio Avala, quien atacó dicha facción, habiendo combinado los medios el Sr. Harrando, y siendo el resultado que, al ataque de la Guardia civil, fuesen recibidos por la fuerza de Granada, dejando el enemigo seis muertos y dos prisioneros.

- Yo llegué a Catí por la tarde, hora en que Vallès llegaba a Albocácer, resolviendo no acosarle entonces para que no se desbandase sí le alcanzaba, pues la noche haría infructuosa la operación, decidiendo sorprenderle a la madrugada, para lo que salí a las doce de la noche, dirigiéndome a Benasal para ganarles la vanguardia, si había pernoctado en Albocácer, y salido demasiado temprano, y cuando llegué a la altura de Villar de Canes, tropecé poco antes de amanecer una avanzada de unos 30 hombres, que huyeron despavoridos y sin contestar apenas a algunos disparos que se les hicieron, continuando la marcha en busca del grueso, que comprendí estaría en Benasal, al mismo tiempo que se reconocía el terreno por si se hallaban por allí, llegando a dicho pueblo poco después de la salida de aquellos, presentándoseme el cabecilla Vilanova, su hijo y otro de Benasal.

- Sin dar descanso continué la persecución, llegando a Ares; y no encontrándolos, creí se me habían quedado a la izquierda escondidos en los barrancos; hice salir somatenes de Benasal y Ares, retrocediendo yo por el flanco presumible, sin adquirir noticias ciertas, entrando en Villafranca por la noche y volviendo a salir al amanecer a Portel (actual Portell de Morella), por donde habían pasado, revolviéndome a Castelfort, en cuyas inmediaciones supe por un masovero que examinó el teniente coronel Serrano, que Vallés y toda su gente reunida, y Mestre con la suya, descansaban en el barranco de Jarcó.

- Tomé guías de Castelfort (actual Castellfort), se me incorporó la columna Harrando, y mandé orden para que de la columna Chelvi, qué pasaba por esta, saliesen dos compañías a cubrir Portel, para que al atacarlos yo por la derecha y Harrando por la izquierda, tuviesen cortada su línea de retirada.

- Emprendido el movimiento, conseguí sorprenderlos; pero fuera del barranco, en la masía Clara; por lo que pudieron impunemente marcharse, aunque en completa dispersión, tropezando desgraciadamente de noche con las compañías de Portel (actual Portell de Morella); siendo tal su precipitación, que el cabecilla Bou abandonó el caballo con su equipo; y no creyéndose ya seguros en los montes ni en posibilidad de racionarse en los pueblos, resolvieron volver sobre la Plana, viniendo yo a esta el 17 por la tarde para cumplir las órdenes de V. E. respecto de allegar medios de resistencia y ataque; por parte de los pueblos, reforzar esta guarnición: y organizar seis columnas, marcándoles sus deberes y zonas de operaciones, que V. E. se dignó aprobar; con lo que se estableció la cohesión y simultaneidad en los movimientos, cuyo resultado había de ser seguro para la destrucción de los carlistas.

- La noche del 19 (de agosto de 1869) supe que las anteriores facciones reunidas a las del Rio Mijares, volvían a este territorio, salí el 20 (de agosto de 1869), reforzada mi columna con el comandante de la Guardia civil, D. Nicomedes Llorach, con 60 guardias y una compañía del regimiento de Zamora; la dividí en dos, dando al teniente coronel Serrano dos compañías, algunos caballos y 15 guardias civiles con la orden de marchar a Ares, donde se las daría nuevas en aquella noche, dirigiéndome yo a Benasal por varias razones:

”Primera. Porque el alcalde de Togodella (actual Todolella) me daba parte de haber aparecido por allí una nueva facción, y debía asegurarme si la mandaba el cura de aquel pueblo, antiguo jefe carlista y oculto hacía tres meses.

Y segunda. Para proteger y recoger una compañía del regimiento de Extremadura, que había salido de Teruel y debía vagar sin noticias hacia la Inglesuela (actual Iglesuela del Cid), sin desistir de concurrir a Catí, por si al pasar el puerto de Tiry, las facciones tomaban la izquierda; en aquella noche adquirí la certeza de que se dirigían a Catí, dando órdenes al teniente coronel Serrano, para que por la Velladona bajase prevenido en aquella dirección, y al teniente coronel Harrando que lo hiciese por Salvasoria, estrechándolos yo en el sentido dicho sobre Catí, trayendo los enemigos a su retaguardia las columnas del teniente coronel Montesinos y la del capitán de la guardia civil D. Jacinto González Mendoza, con la que venían unos 140 Voluntarios del Rio de Segorbe, al mando de! alférez de infantería de reemplazo D. Teodoro Jornal y Bádenas.

- El enemigo llegó a Catí poco antes de que coincidiese allí el teniente coronel Serrano, con su fuerza, siendo atacado impetuosamente, a pesar de que la facción tuvo tiempo para cubrirse con las cercas de los campos, recibiendo a la tropa con un nutrido fuego, que fue despreciado y deshecho a punta de bayoneta, como por segunda vez volvió a suceder cuando de nuevo intentaron defenderse en otros parapetos: estas dos compañías y los quince guardias civiles con los seis lanceros, es indudable que se portaron bizarramente, pues se batieron, por lo menos, contra un triple número de fuerza, siendo el resultado quedar el enemigo desecho por todas parles, dejando muerto el cabecilla Galindo, el cura Ballester de Eslida, y otros, habiéndoles cogido los prisioneros, caballos, armas, municiones y despojos de que V. E. tiene ya conocimiento, y cayendo a la vez sobre los fugitivos la columna del teniente coronel Montesinos y la del capitán Mendoza, qué fue siempre el que más de cerca persiguió a Galindo, causándoles las bajas que también conoce V. E., llegando yo, a pesar de mis atenciones referidas, y habernos cogido una gran tempestad, con catorce horas de jornada al sitio de la acción a las nueve de la noche.

- Este golpe ha sido el decisivo para la disolución y presentación de las facciones, por lo desalentadas, hambrientas y cansadas que estaban por la incesante persecución que las columnas referidas, les habíamos hecho día y noche.

- En la acción que tuvo lugar en Sierra de En Garcerán, concurrió sola la primera compañía del primer batallón de Zamora, mandada por su capitán, D. Ventura Rogel, algunos guardias civiles y carabineros, que el teniente coronel Montesinos, destacó al efecto, para perseguir una partida de unos 35 hombres que alcanzó en las. eras de dicho pueblo Sierra de En Garcerán, dispersándolos y haciéndoles, según dijeron, a dicho capitán, dos muertos, un herido y un prisionero.

- Dichas acciones, en mi concepto, han sido las más importantes que han tenido lugar, y hago abstracción de la de Benasal en la noche del 19 al 20 (de agosto de 1869), por hallarse sometida a los tribunales la conducta observada allí por las columnas Montesinos y Mendoza, a las órdenes del primero.

- Al permitirme llamar la atención de V. E. sobre los relevantes servicios de todas las fuerzas que han operado a mis órdenes, y sin rebajar en nada la tenacidad y alegría con que nuestros soldados han soportado las fatigas, creo de mi deber hacer notar el grande espíritu, decisión y espontaneidad que la Guardia civil ha demostrado en todas partes, acompañando siempre a los que iban más adelante.

- La caballería, fraccionada en casi todas las columnas, no ha omitido medio para llenar su deber cumplidamente, explorando el terreno y vigilando al enemigo, trepando por las montañas, lo mismo por parejas que en grupos, acreditando su constante deseo de cargar.

- La columna del señor coronel graduado de ingenieros, D. Vicente Climen, con sus dos compañías y las dos de cazadores de Reus, al mando de su digno comandante D. Luis Fajardo, con su actividad y constantes movimientos estratégicos y batidas, han conseguido la disolución de las partidas del Mas de Barberans y Oché, contribuyendo al mismo resultado por la parte de Beceite a Gandesa, la columna del señor coronel Chuliz, compuesta de tres compañías de su regimiento, una sección de caballería y la sección de la Guardia civil correspondiente a la provincia de Tarragona.

- La columna del teniente coronel del regimiento de Extremadura, D. Álvaro Carazo, con tres compañías de su batallón, la Guardia civil de aquel distrito, al mando de su capitán D. Francisco Prieto y Aranda, y media sección de caballería, ha conservado la tranquilidad en el Cantón de Alcañiz y sus inmediatos.

- La columna del teniente coronel D. Miguel de Goicoechea, capitán de ingenieros, con dos compañías de su cuerpo, dos del regimiento de Toledo y 18 caballos de lanceros de Sagunto y Guardia civil, han operado al mediodía de este territorio, consiguiendo la presentación de muchos carlistas que vagaban ocultos.

- La columna del comandante de carabineros, don Salvador Alfaro, con fuerzas suyas y del regimiento de Toledo, persiguió desde su principio las facciones, siguiéndolas en dirección de Catí, operando luego en las montañas Benasal.

- El coronel de la Guardia civil, con la suya, ha perseguido las facciones en la Plana, particularmente la de Barrero, que en combinación con la de Harrando y Mendoza, la obligó a disolverse, presentándose precipitadamente la mayor parte en Uceras.

- Réstame solo hacer presente a V. E., los espontáneos y patrióticos ofrecimientos que los Voluntarios de la Libertad de este distrito me han hecho; el buen espíritu en general de los alcaldes, y el celo y actividad que han desplegado los comandantes militares de Alcañiz, D. Francisco López Lacamba, de Castellón, D. José Geduiche, y gobernador de Peñíscola, D. Ángel Dozal.

- El coronel del regimiento de Zamora, D. Cleto Angulo, que V. E., nombró, gobernador interino de esta plaza, cuyo mando ha desempeñado con gran acierto y celo, destruyendo los planes carlistas en esta localidad, ha secundado con decisión mis prevenciones.

- Por todo lo que, y juzgando V. E. si sus órdenes y prevenciones que en todo me han servido de norma, han sido bien cumplidas e interpretadas, se dignará resolver lo que creyere más justo.

- Dios guarde a V. E. muchos años.— Morella 4 de Setiembre de 1869.— Excmo. señor.— El brigadier comandante general José García Velarde. — Excmo. señor capitán general del distrito militar de Valencia".

(Documento 2º, fechado en el año 1869): 

La Reforma (Madrid. 1865). 26/8/1869. NOTICIAS. El gobernador de Castellón, ha dado ayer parte al gobierno, de que en la provincia de su mando se han presentado a indulto hasta 139 facciosos, no quedando ya en el campo más que los restos de la partida derrotada en Cati, mandados por dos grandes criminales: el Rullo, condenado a muerte por varios asesinatos, y el Barrero, sentenciado a 30 años de presidio por monedero falso.

(Documento 3º, fechado en el año 1869): 

La Discusión (Madrid. 1856). 27/8/1869, n.º 276. NOTICIAS SOBRE LOS CARLISTAS. El gobernador de Castellón, participó ayer al gobierno, que en la provincia de su mando se han presentado a indulto hasta 139 facciosos, no quedando ya en el campo más que los restos de la partida derrotada en Cati, mandados por dos grandes criminales: el Rullo, condenado a muerte por varios asesinatos, y el Barrero, sentenciado a 30 años de presidio por monedero falso.

- En la estación de Tortosa fueron detenidos anteayer los cabecillas carlistas Bous y Coqueta, de las partidas de Alcalá (de Chisbert).

- Pasan de 200 los presos carlistas que existen en la cárcel de Castellón. Anteayer se presentaron a indulto en este punto 40 facciosos de las partidas de Alcalá de Chisbert.

(Documento 4º, fechado en el año 1869):  

Boletín de comercio, 28/8/1869, n.º 198, página 2. El Sr. Gobernador civil ha recibido esta mañana el siguiente despacho telegráfico. «En (Useras) provincia de Castellón, se han presentado hoy a indulto con sus armas de fuego y blancas, 52 facciosos procedentes de la partida Barrero, antes de (Jaime) Dembilío el Calderero. Los jefes se han ocultado.

(Documento 5º, fechado en el año 1869):  

Boletín de comercio, 28/8/1869, n.º 198, página 2. CORREO NACIONAL. La derrota de los carlistas en Catí el día 21 del corriente ha sido el golpe de gracia dado a las facciones del Maestrazgo, únicas que aun conservaban alguna esperanza de sostenerse en el campo, para lo cual se habían reunido en una partida los diseminados restos que aun vagaban por aquel país.

- Una carta de Morella dirigida a un colega de Valencia contiene algunos detalles del triunfo alcanzado por las tropas en dicho encuentro: «Ayer (22) a la una de la tarde, dice el corresponsal, regresó a esta plaza la pequeña columna que al mando del teniente coronel Sr. Serrano batió junto a Cati a un fuerte grueso de la facción.

- No cabe duda, señor director, que semejante hecho de armas ha sido el de más importancia y digno de mencionarse de cuantos desgraciadamente han tenido lugar en nuestro suelo desde que en él vimos levantarse la bandera de la rebelión.

- No atreviéndome a dar a Vd. detalles de tan heroica acción por temor de incurrir en inexactitudes, me limitaré a decirle, y sirva esto de rectificación a mí carta de ayer, que las facciones de Bou, Valles, Rocher y Galindo, en número de 380 hombres y con sus cabecillas al frente, se parapetaron en unas tapias junto a Cati, desde cuyo reducto, si así puede llamarse, sostuvieron un nutrido fuego contra la columna, de 116 hombres mandada por Serrano, la cual adelantó contestando hasta la distancia de unos cien pasos. Dispuesto desde allí el ataque a la bayoneta, el enemigo fue desalojado de su puesto y alcanzado al poco rato por nuestros valientes, causándoles catorce muertos, varios heridos y ocho prisioneros. Entre los muertos figuran los cabecillas Galindo y Rocher y el cura Ballester, de Villarreal, al cual se le encontraron 17 duros y una repetición de plata. También a Galindo se le ocupó una cartera que contiene documentos interesantes y en extremo curiosos.

- Los prisioneros, contra los cuales parece no resultan grandes cargos, fueron conducidos por el mismo señor Serrano a esta plaza. Entre ellos vimos a un joven como de catorce años con el traje del país.

- Ayer mismo por la tarde ingresaron en este hospital cuatro de los heridos de la facción de Catí, todos ellos de gravedad. El espectáculo que presenciamos al verlos paseados forzosamente por su propia comodidad por estas calles, hasta que llegaron a aquel asilo, se prestaba a tristes reflexiones. ¡¡¡ Los infelices, envueltos en ensangrentados lienzos, se revolcaban en sus camillas!!!».

(Documento 6º, fechado en el año 1869):  

La Reforma (Madrid. 1865), 31/8/1869, página 2. NOTICIAS DE LOS CARLISTAS. Los cabecillas Rojo y Jimeno, que andan aun escondidos por la provincia de Castellón, han acudido a la autoridad diciendo que se presentarán si se les garantiza la vida. El gobierno les ha contestado accediendo a su pretensión.

— Anteayer entró en Castellón el comandante de la Guardia civil Sr. Hernández, acompañado de una sección de caballería, conduciendo 52 carlistas procedentes de la partida de José Jimeno (a) Barrero, mandada anteriormente por Jaime Dembilio, y presentados en Useras. Se les han cogido 32 armas.

- De los 91 presos, han sido puestos ya en libertad 66.

- También entraron 65 carabineros de la columna del valiente teniente coronel D Salvador Alfaro, habiendo dejado dos compañías del regimiento de Toledo en Alcalá de Chisvert, y conduciendo dos presos procedentes de la partida de Galindo, además de seis acogidos a indulto en Benasal. La fuerza de carabineros ha sido destinada a sus puntos respectivos.

- Entre otros carlistas que se han presentado ayer a indulto en la provincia de Castellón, se encuentran dos hijos del cabecilla Galindo.

ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

- Las partidas carlistas menores y locales tuvieron un papel fundamental en las diversas guerras civiles del siglo XIX. Muchas veces los líderes y cabecillas de las partidas locales no llegaron a formar parte del núcleo central de jefes militares reconocidos, pero sí contribuyeron a la lucha guerrillera, con acciones de guerra, bandolerismo, política y defensa local del carlismo.

CABECILLAS DE LAS FACCIONES

- D. Ignacio Vilanova de San Mateo:

- Galindo:

- Jaime Dembilio (a.) el Calderero:

José Jimeno (a.) Barrero:

- El cura Ballester de Eslida:

- Vallés:

- Rojo:

- Jimeno:

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

- Prades Bel, Juan E. (2024): "Año 1875: Rendición de Cantavieja, la capital carlista del Maestrazgo".

- Prades Bel, Juan E. (2024): "Año 1875: Los campamentos carlistas en los montes de chert, cuartel general del comandante general Álvarez, último jefe carlista en abandonar las montañas del Maestrazgo".

- Prades Bel, Juan E. (2024): "Año 1875: Miscelánea carlista, la guerra en el distrito del Maestrazgo, el reino carlista".

- Prades Bel, Juan E. (2024): "Año 1875: El combate de Monlleó. El asedio y rendición de Cantavieja. El entierro del carlista Casimiro Villalain (general de caballería) en Mosqueruela".

- Prades Bel, Juan E. (2024): "Año 1873: Alocución insurreccional carlista de Dorregaray".

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: 

Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.

San Mateo

Chert



martes, 27 de mayo de 2025

"AÑO 1895: MASIAS RURALES HABITADAS DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE CHERT".

GENTES, COSTUMBRES, FOLCLORE, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DEL TERRITORIO DEL MAESTRAZGO HISTÓRICO DE LAS PROVINCIAS DE CASTELLÓN Y TERUEL:

EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....

Por: JUAN E. PRADES BEL, autor de los proyectos: "RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR"; “ESPIGOLANT CULTURA: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades"; y otras historias.

"AÑO 1895: MASIAS RURALES HABITADAS DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE CHERT". 

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN: Datos para la historia de mi familia.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic): 

(Documento N.º 1, fechado en el año 1895):

RELACIÓN DE MASIAS HABITADAS REFLEJADAS EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE CHERT EN EL CENSO DEL AÑO 1895. "43 MASOS": Mas del Om, Mas de la Roca, Mas de Blanch, Mas de Abajo (Mas del Moliná de Baix), Mas de Llansa, Mas de la Cruz (Mas de la Creu), Mas de Fangaret, Mas dels Catinells, Mas de Camarilles, Mas de la Clapisa, Mas de Posamunt, Mas de Chuncá, Mas de Arriba (Mas del Moliná de Dalt), Mas del Infernet, Mas de Regall, Mas de Povill, Mas de Puetes, Mas de Espardeñera, Mas de Romeu, Mas Cremat, Mas Quemado, Mas de la Guilona, Mas de Llot, Mas del Estebat, Mas dels Bels, Mas dels Doménech, Mas den Rey, Mas den Boix, Mas de Teules, Mas de Mores, Mas de Fontanal, Mas de Bel, Mas de Pladenvila, Mas F. Serra, M. del Estelat, Mas de Regallé, Mas de Prisco, Mas de Masets, Mas de Melsa, Mas de Comport, Mas de la Paisana, Mas de Ortí, Mas de Magués (Mas de Nogués).

(Documento N.º 2, fechado en el año 1895):

- MAS DELS BELS (LA BARCELLA, XERT): En el censo del año 1895 aparecen en el Mas dels Bels reflejados los siguientes cabezas de familia que corresponden a las cinco familias que viven y habitan permanentemente en la Masía: Ramón Bel Ferreres de 67 años (casa domicilio, portal n.º 14), y José Bel Vives de 29 años (casa domicilio, portal n.º 14), padre e hijo; Pascual Bel Beltrán de 52 años (casa domicilio, portal n.º 16); Luis Bel Romeu de 55 años (casa domicilio, portal n.º 18), y Joaquín Bel Beltrán de 29 años (casa domicilio portal n.º 18), padre e hijo.

(Documento N.º 3, fechado en el año 1895):

 - MAS DELS DOMÉNECHS (LA BARCELLA, XERT): En el censo del año 1895, aparecen en el Mas dels Doménech reflejados los siguientes cabezas de familia, que se corresponden con las cuatro familias que viven y habitan permanentemente en la Masía: Pascual Doménech Beltrán de 74 años (casa domicilio, portal n.º 20), y Andrés Doménech Bel de 49 años (casa domicilio, portal n.º 20), padre e hijo; Pedro Doménech Guardiola de 44 años (casa domicilio, portal n.º 24); Joaquín Bel Ferrer de 30 años (casa domicilio, portal n.º 22).

ADDENDA, ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: "TÉRMINO MUNICIPAL DE XERT".

Imágenes cedidas por J. E. Prades Bel.




 

domingo, 25 de mayo de 2025

AÑO 1838: HAMBRE, MARTIRIO, MUERTE Y CANIBALISMO. DIARIO DE LOS PADECIMIENTOS SUFRIDOS POR LOS PRISIONEROS DE LA BATALLA DE HERRERA.

GENTES, COSTUMBRES, FOLKLORE, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DEL TERRITORIO DEL MAESTRAZGO HISTÓRICO DE LAS PROVINCIAS DE CASTELLÓN Y TERUEL:

EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....

Por: JUAN E. PRADES BEL, autor de los proyectos: "RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR"; “ESPIGOLANT CULTURA: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades"; y otros.

(Proyecto): "DATOS PARA LA HISTORIA DE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA 1833-1840. FRENTES DE ARAGÓN, EBRO, MAESTRAZGO Y VALENCIA".

"AÑO 1838: HAMBRE, MARTIRIO, MUERTE Y CANIBALISMO, LAS GRAVES ATROCIDADES SUFRIDAS POR LOS SOLDADOS LIBERALES, CAIDOS PRISIONEROS EN LA BATALLA DE HERRERA DE LOS NAVARROS, DURANTE SU CAUTIVARIO EN BECEITE, CANTAVIEJA, VILLARLUENGO Y OTRAS PRISIONES DEL MAESTRAZGO".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN TEMÁTICA: Este artículo, describe una de las historias más horrendas de maltrato y de crueldad sufridos en cautiverio por prisioneros de guerra en España. Las tropas carlistas del general Cabrera apresaron en la batalla de Herrera de los Navarros y del Villar de los Navarros a más de 1.500 soldados del ejército liberal. En apenas 7 meses, y antes del canje de los supervivientes, ya habían perecido tres cuartas partes a causa del hambre, el frío, las enfermedades, las torturas y las ejecuciones por acuchillamiento con sables, bayonetas y lanzas. Muchos de los prisioneros tuvieron que recurrir al canibalismo para poder sobrevivir, solo unos 300 lo consiguieron. El matar de hambre, sufrimientos y múltiples crueldades era una práctica habitual que perpetuaron a lo largo de toda la guerra, las tropas al mando del sanguinario Cabrera. 

- El 24 de agosto de 1837, tuvo lugar una cruenta batalla en los términos municipales de Herrera de los Navarros y del Villar de los Navarros en la provincia de Zaragoza. El resultado fue una importante victoria para el bando carlista, que, aunque sufrió alrededor de 400 bajas, produjo otras tantas en el bando isabelino, sumando otros más de 400 heridos y haciendo más de 2000 prisioneros, de los cuales más de 400 eran quintos del 36, y los enrolaron forzados en las tropas carlistas. Por el bando leal comandaron la batalla Marcelino Oraá y José de Buerens. Por el bando carlista dirigían el ejército el propio pretendiente al trono Carlos María Isidro de Borbón y Vicente González Moreno, ambos alojados en pueblo de Villar de los Navarros.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL (Sic): 

(Documento 1º, fechado en el año 1838): 1.° DE ABRIL DE 1838: DIARIO MANUSCRITO DE LOS PADECIMIENTOS SUFRIDOS POR LOS PRISIONEROS DE LA ACCIÓN DE HERRERA” ESCRITO POR EL SUBTENIENTE DEL REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE CÓRDOBA, JUAN MANUEL MARTÍN.  

AÑO 1838: Correo nacional (Madrid). Domingo 29/4/1838. GUERRA CIVIL. Diario de los padecimientos sufridos por los prisioneros de la acción de herrera, dedicado a su S. M. La Reina Gobernadora.

Señora: Los que tienen un corazón castellano no pueden olvidar jamás a la que es la Madre de su Reina: el fuego de los combates y los infortunios todos, no entibian el amor que profesan a S. M. los oficiales del ejército español. Prueba será de ello el que suscribe, que, acosado por la desgracia en poder de un bando sanguinario, y no siéndole posible esgrimir la espada que le habían arrancado, determinó escribir esta narración porque llegase un día a sus reales manos. Este día ha llegado: el canje que tuvo efecto el día 26 de marzo (de 1838), me ha devuelto mi libertad, y como primera muestra de ella, dirijo a mi Reina y Señora este diario, y le ofrezco de nuevo mí vida que juro consagrar a su defensa. Valencia 1.° de abril de 1838.

- AÑO DE 1837. AGOSTO (de 1837).

- Señora: Juan Manuel Martin, subteniente del regimiento infantería de Córdoba 10 de línea. En la madrugada del 24 de agosto emprendimos movimiento sobre el pueblo de Herrera, a la vista del cual se presentaron las avanzadas enemigas, rompiendo el fuego con las descubiertas de nuestra caballería. 

- Desde las diez de la mañana se fue persiguiendo a las fuerzas que se presentaron, y encontrándose en los campos del Villar de los Navarros, fueron reforzadas por algunos batallones más, a cuya cabeza se hallaba el pretendido rey. Todas estas fuerzas reunían el número de 14.000 infantes, más de 1.000 caballos y cuatro piezas de artillería, que nunca se la habíamos conocido. Emprendieron una retirada falsa; y cuando conocieron estar en terreno a propósito para ellos, nos presentaron la batalla, y aunque nos excedían de un doble en número no se vaciló el admitirla; pues sin duda el general Buerens, creyendo a la división de Oráa inmediata, y no desmereciendo nunca de su acreditado valor, no dudó un momento en atacarles. Mas habiéndose extendido demasiado la línea por el terreno tan escabroso, y teniendo que entrar todas las fuerzas en fuego, unido a no tener columna de reserva que nos protegiese, fue causa de que el enemigo arrollara nuestra izquierda, y que luego nos acometiese por todas partes.

- Los batallones del Príncipe, Córdoba y la Guardia empezaron a retirar formando el cuadro, y se resistieron con decisión de varias cargas dadas por la caballería.

- La columna de cazadores, batallón del 6° y guerrillas de las compañías de fusileros, con las del provincial de Ávila y Almansa, se resistieron con valor hasta concluir con las municiones, llegándose a tirar a tiro de pistola; pero avanzando sus masas a la bayoneta, protegidos por su mucha caballería, nos obligó a poner en una completa dispersión, arrollándonos el enemigo a discreción: de lo que resultó caer prisioneros el brigadier D. Ramon Solano, 84 oficiales, 60 sargentos y sobre 1.500 soldados, de los cuales a los de la quinta del 36 les hicieron tomar las armas como a unos 400.

- Fuimos conducidos aquella noche a Herrera y Villar de los Navarros, en cuyos caminos nos despojaron de nuestras ropas y dinero, dejándonos enteramente en cueros.

25. Salimos del Villar escoltados por el 3º de Castilla, y al pasar por el pueblo de Blesa, compadecido su vecindario de nuestra miseria y desnudez, nos proporcionó un gran rancho de pan y chocolate, y algunos zapatos viejos: dormimos en Minuesa en una capilla, donde estuvimos hasta que en la mañana siguiente nos unimos a los demás oficiales, que estuvieron en una casa. En este pueblo murió el general faccioso Quilez.

26. En este mismo pueblo se nos entregó al 5.º de Aragón, mandado por D. Pablo Aznar (el Cojo), y salimos para Oliete, donde dormimos.

27. Salimos de Oliete a las cuatro de la mañana, y dormimos en Julbe (actual Ejulbe).

28. Desde Julbe salimos para Víllarluengo, donde nos recibió la junta ficciosa, profiriendo algunas expresiones insultantes, y dormimos en dicho pueblo.

29. Descansamos en Villarluengo: nada bubo de particular.

30. Salimos para Cantavieja, donde permanecimos hasta 1. ° de setiembre.

31. Subsistimos sin novedad.

- SETIEMBRE (de 1837).

1.º Retrocedimos de Cantavieja a Villarluengo, alejándonos en el mismo edificio, y la tropa en un convento. Durante nueve días que permanecimos en este pueblo, dormimos en el duro suelo, sin recibir más raciones que media de pan diaria.

2. Desde este día al nueve inclusive no ocurrió más novedad que la ya expresada.

10. Volvimos para Cantavieja. siendo conducidos al castillo de este pueblo, donde permanecimos hasta el 24, que se nos trasladó a la cárcel pública, donde se nos encerró rígidamente, sin permitir para nada la salida.

27. En los días que transcurrieron hasta este, no hubo cosa particular. La ciudad de Teruel, a invitación de su jefe político, nos remitió en este día una porción de camisas, hilas y vendas.

- OCTUBRE (de 1837).

3. Desde el 27 hasta este día no recibimos más que insultos. De Teruel se nos remitieron bastantes mantas.

15. La voz que se llegó a hacer pública de que el general Oráa trataba de sitiar a Cantavieja, obligó a los facciosos a llevarnos con dirección a los puertos de Beceite, pernoctando este día en Alocao (actual Olocau del Rey).

16. Salimos de Alocao para Luco, donde descansamos a medio día; se nos dio medía ración de pan, y fuimos a dormir a Santa-Olea.

17. De Santa-Olea marchamos para las Parras, donde hicimos noche: se reunieron los soldados que habían quedado en Villarluengo, y por el 5.º batallón de Aragón, que estaba a las órdenes de D. Juan Pellicer, fue relevada la fuerza que nos escoltaba.

18. Salimos para Monroyo, donde hicimos noche.

19. Marchamos a Peñaroya, donde hicimos noche.

20. Salimos de Peñaroya para Valderobles, quedando en aquel pueblo algunos oficiales acometidos del tifus: al llegar a Valderobles se desarrolló de tal modo esta enfermedad, que infinidad de oficiales fueron acometidos en este día; yo fui otro de ellos, y estuve a las puertas de la muerte. En uno de los días de mí delirio entraron en la habitación algunos voluntarios y nos robaron lo que pudieron; sin embargo, con la buena asistencia de los físicos del pueblo, me libré de la muerte. Murieron el coronel del Príncipe y el teniente Moreno del 6.º. Permanecieron en este pueblo los enfermos, y los buenos hasta el 25.

25. Quedamos en Valderobles 34 oficiales enfermos, y los buenos salieron para Arnés, pueblo de Cataluña.

- NOVIEMBRE (de 1837).

1.º Salimos de Arnes para Orta, siendo tratados sin consideración, y tomando media ración miserable cuando la daban.

10. Murió el oficial D. Luis Mediero, del provincial de Ávila. El mismo día a las once de la noche nos hicieron salir atropelladamente, sin consentir aun que nos vistiéramos, y sin permitirnos recoger la triste manta, única cama. No se dieron bagajes para los enfermos que había, de modo que los oficiales buenos fueron conducidos hacia Beceite y algunos oficiales que había en Ames enfermos fueron conducidos a Valderobles. Al teniente Malo, del 6.° ligero, y a D. Ramón Alcalde, juez de primera instancia del partido de Híjar, no se sabe dónde les condujeron: según la voz general, fueron asesinados por los mismos voluntarios que los conducían, demostrándolo las prendas que tenían, y vimos puestas a los facciosos. También fue robada y maltratada cruelmente la esposa del difunto Mediero, que hasta la última hora de la muerte asistió a su esposo, y sufrió todos los trabajos que pasó aquel desgraciado.

11. Fueron conducidos a unas masadas, y en la noche anterior y en este día fueron fusilados más de 40 soldados, que debilitados por el hambre no podían andar: nosotros maltratados y colmados de insultos, estuvimos en las masadas todo el día hasta las nueve de la noche, que salimos a parar a una venta separada del camino de Beceite.

12. Los oficiales enfermos que estábamos en el hospital de Valderobles salimos para Beceite, en la madrugada de este día llegaron nuestros soldados a Valderobles, y daba horror el verlos, pues más parecían espectros que hombres. Los encaminaron a cosa de las ocho de la mañana por Beceite, y los oficiales enfermos los seguimos a poco rato: el estado nuestro era el más crítico que podía darse; nos hicieron levantar de la cama, y sin tomar alimento, la mayor parte en más de veinte días, nos hicieron marchar a paso acelerado, amenazando con la muerte al que se quedase atrás. Estas insinuaciones, y el encontrar a cada paso en el camino cadáveres bañándose en su sangre, de los soldados que nos precedían, nos hicieron sacar fuerzas de flaqueza, y llegamos a Beceite a las once de la mañana, donde nos incorporamos con los demás oficiales. Nos metieron en el juego de pelota, y a la tropa en una casa medio arruinada: al anochecer nos trasladaron a una casita muy reducida, y se nos dio media ración de pan.

13. Seguimos sin más novedad que la falta de raciones.

14. Desde este día empezamos a ser socorridos la clase de oficiales con media ración, y algunos días nada; pero la desgraciada tropa ni aun esta pequeñez recibía, por lo que empezó a hacer sus efectos el hambre y el frío, muriendo cada día de 8 a 10 soldados cuando menos.

15. Nada hubo de particular.

25. Desde el 15 hasta hoy no ocurrió más novedad que la misma mortandad de tropa, y en este día se recibieron 3.000 rs. que la generosa y benemérita guarnición y Milicia nacional de Tortosa remitió para la clase de oficiales, tocando 37 reales a cada individuo.

- DICIEMBRE (de 1837).

1.° Del 25 hasta hoy nada hubo, sino la mortandad de tropa, que había día, de 12 y 14 (soldados fallecidos); y en este día se nos trasladó a una casa situada en la plaza, fortificando esta y sus avenidas para caso de sorpresa.

4. Hasta este día nada hubo, pero fue horrorosa la mortandad de soldados, que hacía más de doce días no tomaban ración de pan. Tal era su hambre, miseria y maltrato, que ni aun leña les daban para guisar, como medía libra de patatas, que era su única ración, y se las comían crudas: se vieron obligados a quitar las vigas del techo donde habitaban, quedándose sin remedio expuestos a toda intemperie, de cuyas resultas, saliendo al balcón a implorar de los vecinos algunos socorros, se desplomó este, resultando 15 muertos y muchos estropeados.

7. Sigue la misma mortandad; pero se hundió un piso de la casa donde estaba la infeliz tropa, y entre muertos y heridos se desgraciaron más de 50 hombres,

10. Se recibieron de Alcañiz 306 mantas bien malas, que se repartieron a la tropa.

14. Del 10 hasta hoy nada hubo de particular. En este dio se recibieron algunas prendas casi inservibles de Tortosa, pero que nos hicieron muy al caso.

19. Hasta este día nada más sino la mortandad diaria: hoy se recibió oficio de Cabrera anunciándonos que nuestro canje estaba concertado, y exigiendo a Pellicer nos racionase lo mejor posible; pero sin embargo continuamos con la media ración.

21. Del 19 hasta este día sigue la mortandad de tropa.

27. En los días anteriores continuó lo misma mortandad de tropa, y siempre media ración.

28. Este dio no recibimos ración alguna, y la mortandad de soldados, llegó hasta 22 hombres. Tal era el hambre, la miseria y desnudez, que al que tenía un selo ochavo le asesinaban por quitárselo: sí algún soldado salía a trabajar a las obras de fortificación, recogía los huesos que encontraba por las calles, y molidos con una piedra se los comían. Llegó a tal extremo la necesidad, que ocultaban los cadáveres de sus compañeros, y se comían sus carnes asadas a la luz de los candiles. ¡¡¡ He aquí el estado de los desdichados prisioneros de Herrera !!!.

- La historia nos cuenta los padecimientos de los antiguos héroes, mártires hubo, en las sangrientas guerras de la España; pero ¿habrá habido quien haya sufrido lo que los héroes de Espartero han padecido en esto prisión ?. No, no es posible: mi pluma, tiembla al escribirlo; pero aun estas atrocidades no son bastantes para hacernos vacilar: sobre los cadáveres de nuestros compañeros de armas juramos de nuevo sacrificarnos y pelear en defensa de nuestra Reina y adorada patria.

29. En este día se nos dio una quinta parte de ración, y la mortandad de tropa fue como el día anterior. La ciudad de Teruel, a invitación de su benemérito jefe político, remitió 2000 reales, que su vecindad reunió para nuestro alivio, y se repartieron a todas las clases.

30. Cuarta parte de ración: continúa la mortandad en la clase de tropa. La oficialidad del regimiento provincial de Badajoz, de guarnición en Tortosa, remitió 2.000 reales para socorro nuestro, repartiéndose a todas las clases. El agradecimiento será eterno, y nuestros corazones se enajenaron al ver que no nos olvidan nuestros compañeros de armas.

31. No se nos dio ración alguna; los muertos subieron a 13; y habiendo indagado qué número de tropa existía en el depósito, supimos que apenas llegaban a 500 hombres, lo que nos demostró que cerca de 600 habían sido ya víctimas de nuestra desgraciada situación.

AÑO DE 1838.

- ENERO (de 1838).

1. ° En este día se nos dio media ración. La mortandad de soldados subió a 25, y los que existen no son ya hombres sino cadáveres No se conocen unos a otros; no hay humanidad entre ellos; han perdido su sentido común, y casi se mueven como por máquina: en fin, el depósito de tropa se parece en un todo al ejército de Napoleón en la campaña de Rusia. La clase de oficiales y sargentos lo paso menos mal, en atención a los recursos que cada uno por sí puede recibir de su casa; pero la rigidez con que se nos trata no es de prisioneros de guerra, sino como si fuésemos, asesinos.

2. Continua la mortandad en la clase de tropa en número excesivo, y no se nos dio ración.

3. Hoy murieron 22 soldados, y se nos dio una cuarta, parte de ración.

4. No se nos dio ración alguna, y la mortandad fue horrorosa. El hambre les obligó a convertirse en fieras, arrojándose sobre los cadáveres de sus compañeros, y cortándoles sus carnes se las comían crudas; sus cabezas fueron machacadas y extraídos los sesos, y he aquí, a los defensores de la patria convertidos en lobos carniceros. ¡¡¡ Quince días hacía que no recibían ración alguna !!!.

5 . Cuarta parte de ración: murieron 14 soldados y se encontraron 2 cadáveres casi descarnados.

6. Los anales de la historia deben contar este día por lo horroroso; la mortandad subió a 30 soldados, que la noche, anterior fueron muertos a palos porque pedían que comer, llegando a tal extremo su necesidad que ya comían los cadáveres de sus compañeros como si fuera parte de ración.

- Los infames que los custodian encuentran los cadáveres descarnados, y acusándoles de inhumanos o irreligiosos, fusilan 9 infelices que a voces lo solicitaban: todos ansían morir, pero ni aun esto se les concede por ahora; solo sí, hacerlos padecer lentamente, y en sus últimas angustias aun piden venganza a los compañeros que sobreviven.

- Prisioneros ha habido en el trascurso de esta sangrienta lucha; pero ¿quién habrá padecido lo que los prisioneros de Herrera?.

- Nosotros nos sacrificamos por la patria; ¡¡¡ pero esta cómo nos recompensa!!!; ¡O mi Reina!, es seguro no llegan a tus oídos los padecimientos de tus defensores, pues tu magnánimo corazón no podría mirar sin compasión tantas víctimas inmoladas al capricho de los malvados.

7. Murieron 5 soldados, y se les mudó a mejor casa, aunque reducida.

8. La mortandad llegó a 9 (fallecidos) incluso un sargento, y se nos dio media ración.

9. Ración como la anterior, y murieron nueve soldados.

10. La mortandad subió a 14 soldados, y no se nos dio ración.

11, 12 y 13. Murieron de 8 a 9 soldados diariamente, y se nos dio media ración.

16. Desde el 13 hasta hoy murieron 15 soldados, y apenas se nos daban 3 onzas de harina de ración. En este día fue llamado por Cabrera el señor brigadier Solano, el que marchó a Cretas a verse con él para tratar del canje.

20. Del 16 al 20 sigue la misma mortandad, y sin raciones.

25. Del 20 hasta hoy murieron de 8 a 10 soldados diariamente. La falta de raciones llegó al extremo, y apenas se nos daban 2 onzas de arroz o patatas de ración; tanto, que muchos oficiales, debilitados por tan escaso alimento, tuvieron que tumbarse, pues ya no tenían suficientes fuerzas para estar en pie. El que no tenía recursos de su casa, porque solo dependía de su espada, pasaba días muy tristes; solía faltarnos el pan por espacio de ocho días; y esta ración consistía en 3 onzas de salvado y panizo; pero la infeliz tropa ni aun esto: solo tomaban una patata de ración, y el pan podría graduarse por 2 onzas cada veinte días. Los viles que nos escoltan se congratulan en esto. Porque creen ver morir a los que dicen no tiene religión. ¡¡¡ Bárbaros !!!...¿Y ellos la conocen?, ¿Y defienden el altar y el trono, como dicen?, ¡¡¡Desdichados!!!, ¿Creéis que no llegara el día de vuestra desgracia?... Si llegara, la sangre de 700 soldados, siempre estará humeante y pidiendo venganza contra sus asesinos, el pueblo de Beceite es buen testigo de vuestras atrocidades.

31. Del 25 hasta hoy sigue la misma escasez de raciones y la mortandad de soldados: puede también graduarse de 8 a 10 soldados diariamente, habiendo llegado el día 28 a 16 los muertos.

Febrero.

1.º Salimos de Beceite para Peñaroya, y llegados a este punto se nos dio media ración de pan. Los soldados quedaron en Beceite hasta el día siguiente.

2. Permanecimos en dicho pueblo. La tropa que había quedado en Beceíte fue conducida a este punto; pero tal era su desgracia, que hasta el cielo parece se conjuraba contra ellos. Fue tanto el frío y hielo de este día, que los infelices, debilitados por el hambre, y desnudos enteramente quedaban a cada paso arrecidos en el camino, y los bárbaros que los conducen fusilan al que no puede seguir. Veinte desgraciados fueron víctimas del furor de sus asesinos.

5. Mucha escasez de raciones. La mortandad de tropa ya no pasa de tres a cuatro diariamente; pero ¡¡¡sí ya solo existen 200 hombres en el depósito de tropa!!!...

6. Se recibieron 5.000 reales que la Guardia nacional y vecindario de Barcelona reunió para socorrernos, y se repartió a todas las clases. Se trató de dar a la tropa un rancho diario hasta que se concluyeran los recursos, y se empezó a verificar en este día. Había llegado tan a su colmo el hambre de los soldados que quedaban, que parecían ya fieras: no conocían a sus oficiales, no pensaban en nada más que en pedir pan: sí los comisionados tenían pan en la mano para repartirlo, se abalanzaban a ellos, y aun cuando levantaban el palo para amedrantarlos, se hacían insensibles a todo.

9. Murió un soldado, y se nos dio medía ración de patatas. A las diez de la noche se nos comunicó orden para marchar el día siguiente los oficiales a Morella, y la clase de tropa a Vinaroz, unos y otros para ser canjeados; y por primera vez, en cerca de seis meses, empezamos a disfrutar algunas horas de gozo, deseando amaneciese el día siguiente, que muy distante estábamos de creer fuera tan aciago.

10. A las diez de la mañana salimos de Peñaroya los oficiales y nos dirigimos a Morella. Era tal nuestra alegría, que a pesar de ser el camino largo nadie se cansaba: todos cantaban, todos se abrazaban unos a otros, y aun las lágrimas se saltaban de gozó, creyendo ya encontrar en breve la felicidad que apetecíamos; hasta los mismos que nos escoltan consienten nuestros regocijos, y se entregan a la alegría, esperanzados también de abrazar en breve a sus compañeros, que habían de canjearse con nosotros. Llegamos a Morella, y sabemos que el día anterior marcharon a canjearse 9 oficiales, entre ellos 7 de la guarnición de aquella plaza, que hacía solo veinte días que estaban prisioneros. Al siguiente día 11, después de darnos dos raciones de pan, emprendimos la marcha otra vez a Cantavieja, pueblo que su nombre aterra, por ser donde Cabrera y sus satélites cometen sus mayores crímenes, y donde yacen sumergidos bajo el peso de la cadena, y en oscuros calabozos, infinidad de hombres libres, ¡¡¡ Cuan diferente era nuestra situación a la del día anterior !!!! Caminábamos despacio, no se oía una sola expresión de gozo, y pernoctamos en el Orcajo.

12. Comimos en la Mata, último pueblo de Valencia, y pernoctamos en Mirambell.

13. Salimos a las nueve para Cantavieja, donde llegamos á las doce de la mañana, y se nos dio media ración de pan.

14. Nada hubo de particular, y se nos dio media ración de pan y carne. En este día nos visitó el gobernador de aquella plaza D. Martín de Gracia, y nos ofreció cuantos recursos fueran necesarios para hacer más llevadera nuestra triste situación; y basta el 28 seguimos tomando media ración de pan y carne; también se nos permitieron dos horas para tomar el sol en la plaza.

MARZO (de 1838).

1.° Desde este día al nueve no nos faltó nuestra media ración, como en el mes anterior.

9. Hoy se nos comunicó orden por Gaeta, ayudante de Cabrera, para marchar al día siguiente al canje de Segorbe, 2 capitanes, 4 tenientes, 29 subtenientes y 2 oficiales más de cada clase, de suplentes. Esta noticia no dejó de causar alguna conmoción. Todos los semblantes estaban tétricos y taciturnos, y nadie encontraba esta noche el placer que semejante noticia debía causar. Solo la idea de tener que dejar, aunque por breves días, a 40 oficiales compañeros fieles de desgracia, abandonados y expuestos siempre a perder sus vidas o pasar los días más melancólicos, nos hacía estremecer, y sentíamos el momento de la despedida como sí unos y otros fuéramos a ser conducidos a un destierro donde jamás volveríamos a vernos.

10. Desde la madrugada de este día todos nos abrazábamos y derramábamos copiosas lágrimas por nuestra separación; habíamos sufrido juntos seis meses de continuas desgracias, y unos a otros nos animábamos y consolábamos en ella hasta el extremo de vender caras nuestras vidas defendiéndonos mutuamente, si por desgracia peligrasen. El saber que dentro de pocos días disfrutaríamos de felicidad, y ellos quedaban encerrados y mezclados entre asesinos, que con el ruido de sus grillos hacían más horrorosa aquella mansión, nos causaba aún más sentimiento, y al darnos los brazos volvíamos los rostros para hacer menos sensible este paso. Hasta los que se hallaban en otras habitaciones, y venían a vernos, les causó la mayor sensación. Salimos a las diez de la mañana y fuimos a comer a la Iglesuela, y pernoctamos en Villafranca del Cid.

11. Fuimos a comer a Benasal, y a pernoctar al pueblo Adzaneta, donde nos alojaron, y fue el primer día que empezamos a disfrutar de buena cama.

12. Salimos para Alcora, donde pernoctamos, y se nos alojó también en buenas casas.

13. Comimos en Rivesalbes, y pernoctamos en Suera-baja, alojándonos como el día anterior.

14. De Suera, por los pueblos de Peritandús y Beo, pasamos a la Alcudia, donde pernoctamos alojados.

15. Salimos de la Alcudia para Algimia de Almonacid, donde pernoctamos.

16. En este día llegaron a la Algimia los sargentos y soldados nuestros que desde su salida de Peñaroya estuvieron en el pueblo de Toda (actual Toga), donde suministrándoles un rancho diario, unido a los recursos que da Castellón y Segorbe recibieron algunos, pudieron salvarse los restos de los desgraciados de Herrera. En este día debía haberse efectuarlo el canje de todos; pero por no estar prontos para este acto los prisioneros que habían de verificarlo con nosotros, solo marcharon 2 cadetes, 22 sargentos y 62 soldados, cuyo canje se realizó en Segorbe. Se nos mudó de alojamiento, alojándonos en el centro de la plaza, privándonos de la libertad que los días anteriores disfrutamos. No dejó do causarnos alguna sorpresa esta determinación; y en efecto, parece que Cabrera no quería canjear al brigadier Solano por Miranda, y sí solicitaba fuese por Tallada. Al día siguiente volvimos atrás, y aun parecía que se tenía más vigilancia para escoltarnos.

17. Salimos de la Algimia y pernoctamos en Villamalur, alojándonos, aunque más reducidos, donde se nos dijo que todavía se tardaría algunos días en verificar el canje, pues se aguardaba la contestación del general Oráa para efecto.

18. Descansamos en Villamalur hasta el 20.

20. Salimos de Villamalur y pararnos a comer en Ta|es. En este pueblo corrió la voz de que se había fusilado a Tallada, que no dejó de causarnos alguna sensación, en atención a que nuestras vidas estaban a disposición del monstruo Cabrera. Con motivo de acercarse la columna de Borso a levantar el sitio que Cabrera tenía puesto a Lucena, hizo poner en retirada a la facción que se hallaba en Tales y Onda, y seguimos también este movimiento, pernoctando en Rivesalbes. Esta noche todo eran conjeturas, y mil ideas tristes se agolpaban a la imaginación; ya creíamos volver otra vez a Cantavieja. Hubiéramos muy bien podido sustraernos la mayor parte del poder de nuestros guardas; pero el compromiso, la palabra de honor, y lo que pudieran padecer nuestros compañeros, nos hacían superior a todo, y esperábamos el porvenir con la mayor serenidad; los prisioneros de Herrera conocieron la desgracia, jamás la infamia.

21. De Rivesalbes salimos para Suera, donde pernoctamos, y a las nueve de la noche se recibió oficio del general Oráa para verificar el canje.

22. Salimos para Gaíbiel, distante tres horas de Segorbe, donde pernoctamos, y se recibió oficio del gobernador de Segorbe para que permaneciéramos en este punto, seguro de que sería respetado.

24. Permanecimos sin novedad, y hoy se cumplen siete meses de aflicción y desgracias.

25. Se recibió oficio del señor gobernador de Segorbe Hoxolm, para que al día siguiente a las seis de la mañana emprendiéramos el movimiento para el pueblo de Navajas, donde se verificaría el canje; pero como Cabrera tenía oficiado á su ayudante Gaeta para que el brigadier Solano no se canjease, habiendo marchado enfermo dicho ayudante, comisionado para nuestro canje, y encargado de nuestra custodia a otro de su misma clase llamado García, este ofició a Gaetá pidiéndole explicaciones sobre el canje del brigadier. A las seis de la tarde de este día entraron en Gaíbiel dos compañías facciosas.

26. A las tres de la mañana de este día sentimos el toque de marcha granadera, cuya señal era para prepararse, y sin poder acertar sí sería para marchar a Segorbe, nos vestimos con precipitación a dicho toque; pero luego se dijo que no era para los prisioneros, y si para dos compañías que marchaban por raciones.

- Los infames, validos de que mientras permaneciésemos allí, el pueblo seria respetado por nuestras tropas, introducen de noche dos compañías más en el pueblo, con el objeto de que saliendo a media noche puedan robar y extraer de las inmediaciones de Segorbe raciones y dinero; más al valiente Mañez, jefe de una pequeña columna de cuerpos francos, no se lo escapa semejante infamia, y saliendo con parle de la guarnición de aquella ciudad, encontró al enemigo y le acometió con la mayor intrepidez. Nosotros estábamos ignorantes de semejante caso, aguardando contestase Gaeta favorablemente sobre el canje del brigadier; y en efecto a las ocho se recibió el oficio, que felizmente decía se canjease. A las nueve de la mañana salimos de Gaíbiel y nos dirigimos a Segorbe, y en el camino todos nos entregamos a la alegría, pero no aun sin recelo de que todavía tuviéramos algún contratiempo. Así fue; como a la mitad del camino, nos hallamos casi en medio del fuego que unos y otros hacían, y se nos metió en un barranco temerosos de que Mañez nos rescatase, y estuvo en muy poco que no nos volvieran atrás.

- El brigadier Solano pudo persuadir al ayudante de Cabrera, y marchó a Segorbe en unión de D. José Rajor, teniente de rey de Gerona, para verse con Hoxolm, y en el momento se retiraron unos y otros; habiendo resultado por nuestra parte la pérdida de un soldado muerto y dos heridos.

- Ya divisábamos los muros de Segorbe; su vista nos causaba la mayor agitación, y nuestros corazones palpitaban de gozo al ver tan cerca las puertas de nuestra felicidad. El sonido del clarín y las cajas de nuestras tropas resonaban en nuestros oídos, y veíamos con placer la masa que salía hacia el llano donde debía verificarse el canje. Las banderolas de nuestra caballería, movidas por un céfiro blando, ondeaban en aquellos campos formando la mayor armonía, y al hermoso sol que este día nos acompañaba, relumbraba el acero brillante de sus lanzas, haciendo un contraste tan sin igual, para los desdichados que en siete meses y dos días no habían visto nada de esto, que les parecía aún más grandioso este acto solemne.

- Hicimos movimiento, y llegados al pueblo de Navajas nos estaban esperando ya unos cuantos lanceros del 4.° de ligeros, que abriendo calle siguieron la marcha. A la vista de nuestros soldados todos llorábamos de gozo; pero aun reparábamos que nuestros asesinos nos rodeaban, y no nos podíamos ensanchar como queríamos. Un gentío numeroso que de Segorhe y los pueblos inmediatos salían a vernos, nos obstruía el paso, y todo el mundo compadecía a los prisioneros de Herrera. Verificado el canje, no nos hallábamos de puro gozo; todos nos abrazaban, y todos se amotinaban a saber nuestras desgracias, estremeciéndose horrorizados.

- Entramos por fin en la ciudad acompañados de su digno gobernador Hoxolm, y de la oficialidad del regimiento provincial de Santiago, de guarnición en la misma; y este paso hacia un contraste puramente patriota y entusiasta.

- Los oficiales de la guarnición y ejército mezclados entre nosotros, que la mayor parte veníamos llenos de andrajos, paseamos las calles del pueblo con el mayor entusiasmo y agarrados del brazo. Seguidamente entramos en el palacio del gobernador, donde de antemano estaba preparada una brillante mesa, que servida por los dignos compañeros que nos obsequiaban, hacían los manjares aún más delicados. Todo esto unido a los dulces sonidos de la música, que entonaba los himnos de nuestras glorías, nos parecía que habíamos descendido del centro de las cavernas más horribles a un paraíso lleno de felicidades.

- Después de la comida, que fue espléndida, nos sacaron por las calles de la ciudad precedidos de la música, y casi nos conducían en triunfo entonando himnos patrióticos, y repitiendo algunos tristes versos que en nuestra prisión habíamos compuesto. En el café de esta ciudad y principal, se nos sirvieron abundantes refrescos, donde una bel…dad, decidida entusiasta de su patria, desde el balcón nos arrojó infinidad de dulces de todas clases. La fiesta duró hasta las diez de la noche, comunicándonos la orden para marchar al día siguiente a Murviedro. Quisiéramos haber podido expresar a nuestros dignos compañeros de armas el agradecimiento y gratitud; pero la premura de nuestra marcha no lo permitió. No dudéis, pues, amados compañeros, que vuestra memoria siempre estará grabada en nuestros corazones, y que nos contemplaremos dichosos si aceptáis en prueba de la amistad y reconocimiento las muestras que de ello os dimos mientras permanecimos juntos.

27. Salimos de Segorbe para Murviedro, proporcionándonos carros para hacer la marcha con toda comodidad. Como a las cuatro de la tarde estábamos ya frente al castillo de dicho pueblo, donde salió a recibirnos el teniente general D. Marcelino Oráa, y el mariscal de campo don Froilán Méndez de Vigo, acompañado de su estado mayor, y seguidamente ambos generales y jefes nos hicieron admitir su mesa.

- Para evitar toda duda sobre la exactitud de este diario que precede, le firmamos los compañeros de desgracia del autor, hechos prisioneros y canjeados en el mismo día.

- Capitanes: D. Antonio Molina. — D. Bernardo Majenis.

- Tenientes: D. Manuel Michelena. — D. Benito Carbajales. — D. José Coll. — D. Miguel Rosell.— D. Francisco Lloret. — D. Felipe Aparicio. — D. Pedro Navas. — D. Antonio Castro. — D. Antonio González. — D . Victoriano Ametller.

- Subtenientes: D. Luis Pujol. — D. Alejandro Pujol. — D. Pablo Salazar. — D. Gaspar Calderón.— Don Lorenzo Lanxa. — D. Francisco Pérez Canal. — D. Bernardo de la Muela. — D. Álvaro de Luna. — D. Francisco Rodríguez Castro. — D. Juan Rodríguez. — D. Bautista Fernández. — D. Dimas Martínez.— D. Nicolás Fierro. — D. Lorenzo Ponte. — D. Pedro Tauste. — D. Mariano Jaime del Pozo. — D. Ramon López. — D. Manuel Rodríguez.

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

RACIÓN QUE DABAN EN BECEITE A LOS SOLDADOS DE TROPA PRISIONEROS: Una patata cruda de ración al día, y muchos días nada.

COMPARACIÓN CON LAS RACIONES DEL EJÉRCITO PARA UN DÍA DE ETAPA: En el siglo XIX, la alimentación de los ejércitos era un desafío complejo. Las raciones de etapa, destinadas a los soldados durante sus desplazamientos y campañas, eran de mala calidad y escasas de cantidad. A menudo, las divisiones enteras pasaban días sin pan, lo que afectaba gravemente a la salud de los militares. Estas raciones de etapa solían incluir: 24 onzas de pan ordinario o 18 de bizcocho; 8 onzas de carne fresca o salada; 6 onzas de tocino salado; 1 onza de arroz; 2 onzas de legumbres; 1/2 o 1/4 de pinta de vino para cuatro soldados; 1 libra de sal para 30 soldados.

MILITARES CARLISTAS: Cabrera, Gaetá, Pablo Aznar (el Cojo), Juan Pellicer, 

PUEBLOS CITADOS QUE RECORRIERON LA COMITIVA DE PRISIONEROS Y SUS GUARDIANES CARCELEROS DEL 5º BATALLÓN DE ARAGÓN AL MANDO DE JUAN PELLICER:

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: 

Fotografías cedidas por J. E. Prades Bel.